martes, 5 de abril de 2005

no debería

Sé que no debería estar escribiendo esto, que puedo engancharme y acabar como un yonki. Pero necesito desahogarme o reviento. Ahora mismo no puedo pensar en nadie para contárselo sin que intentase aconsejarme. Hoy sólo necesito gritar un poquito.

Tal vez sea porque ayer estuve toda la tarde estudiando con sus apuntes, o tal vez sea porque hay obras en mi casa y estuve sacando la cama de mi cuarto. Al darle la vuelta vi una tablilla rota. Me quedé paralizado al recordar el día en que se rompió, hará probablemente más de cinco años ya. Estábamos jugando a hacernos cosquillas salvajes y en una de esas rompimos una tabla, lo cual hizo que nos riéramos aún más. Me acordé de todo eso y sonreí. La verdad es que fue como un pequeño claro de cielo azul en un cielo cubierto de nubarrones. Prácticamente todo lo que podía recordar de ella eran malos momentos, miradas apagadas, temores y frustración. Pero ayer me acordé de el mágico momento y me sorprendí a mi mismo sonriendo al recordarla, sin tristeza pero con nostalgia. "Pues claro que también hubo buenos momentos...". Si, y también complicidad, vida despreocupada, cariño, risas y esas cosas buenas.

Pero en los sueños tu mente juega con las piezas de puzzle que ha ido recogiendo a lo largo del día. Por eso me desperté en mitad de la noche de un mal sueño. Era como una especie de flash back a los últimos días que pasé en Noruega, con el mismo guión pero en otro lugar. Y los personajes eran los mismos pero en su situación actual. Del mismo modo que hace muchos años nosotros éramos almas gemelas (o al menos yo lo sentía así), ahora eran ellos las almas gemelas. Y mucho más gemelas de lo que lo éramos nosotros.

Sé que no me conviene para nada darle vueltas a todo esto, que las cosas están mucho mejor ahora, que seguir tal y como estábamos era como darse cabezazos contra una pared en el fondo de un callejón sin salida. Pero el recuerdo de ayer de las risas y la pesadilla de anoche me han dejado hoy bastante tocado. Y para salir a flote sólo se me ocurre gritarlo.

Tengo en mi mano un frasquito de cristal con esencia de aceites exóticos para masaje. Lo compré en una herboristería hace mucho, mucho tiempo. Lo he encontrado hoy limpiando mi cuarto. Por lo visto se escondió el día en que enterré el tesoro, maldita sea.

Ahora puedo elegir entre llevarlo al cofre junto con todo lo demás o abrirlo antes y oler el aroma, aunque sea un poquito nada más... Con sólo mirarlo ya puedo recordar el olor, cargado con cientos de emociones. Intuyo que abrir el frasco y olerlo podría atormentarme aún más, y quiero aprender a no ser amigo del masoquismo emocional... Si fuese otro día lo habría metido en el cofre sin más, pero tuvo que caer en mis manos precisamente hoy. Y ahora no puedo dejarlo cerrado, pero tampoco puedo abrirlo. Pero es que quiero abrirlo, y sin embargo debo dejarlo cerrado...

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Son momentos en los que se mezclan muchos sentimientos y parece como si nos refugiáramos en un mundo de recuerdos, de lo que fue y de lo que podía haber sido si no se hubiera torcido.
A mi me traía su imagen el olor a tabaco, así que un día de esos que nos pilla un poco tontos me pasé un buen rato fumando puritos acompañados de chocolate negro. Y eso que yo no fumo...

pequeño qvark dijo...

Acabaste fumando puritos, jeje. Y yo abriendo el frasco de esencias exóticas raras :). Y no me sentí peor, sino mucho mejor. Me vinieron muchos recuerdos agradables y entendí que aunque esos buenos momentos se fueron, otros están y otro distintos vendrán. Se acaba una etapa y comienza otra nueva.

Abrí el frasquito. Fíjate como lo que yo creía que iba a atormentarme (aunque el cuerpo me lo pidiese) al final era precisamente lo que necesitaba para no seguir atormentándome. :)

Anónimo dijo...

Mucha gente me dice que me aislo en mis recuerdos. Pero quien más y quien menos tiene los suyos. No es que me aisle, es que teniendo la capacidad de recordar me parecería un crimen no hacerlo.

Anónimo dijo...

[todo esto siempre bajo mi personal punto de vista]
Los recuerdos siempre deben estar a tu favor, ayudándote en los malos momentos, dándote ese empujoncito que necesitas cuando no quieres cruzar la puerta de tu casa y ver el mundo, repitiéndote quién fuiste y quién eres ahora. Incluso la naturaleza, siempre sabia, puta y cruel, otorga a nuestro cerebro la capadidad innata de olvidar aquellos malos recuerdos y sustituirlos por buenas vivencias.

En ese momento en que ves ese frasquito, en ese momento en que se estremece tu cuerpo como si fuera la primera vez que te enamoras de alguien, en ese preciso momento sonríes, esbozas una medio mueca añorando y maldiciendo a la vez, y mientras tu piel se eriza como cuando escuchas la noyee de Amélie :-D gritas un ¡me cago en tu puta madre! (con todo el odio y el cariño del mundo) y le pegas un buen puñetazo con todas tus fuerzas a lo que tengas más próximo (mesa, pared...)

Pocas oportunidades como ésta tendrás en la vida de descargar tus... energías de ese sentimiento agridulce.

Anónimo dijo...

¿Por qué se nos quedan tran grabados los olores o sabores? Aunque suene a película, yo me acuerdo perfectamente de su perfume y lo reconocería entre un millón. Me acuerdo más de su olor que de sus gestos o sus palabras. No siempre hacen daño los recuerdos. Los buenos no está demás desempolvarlos y rescatarlos de la caja donde los habíamos metido.


PD. No se qué tienen las tablas de las camas que tienden a romperse. ¿Habrá alguna ley física que lo explique?

Un beso

Nere dijo...

Enorawena Dani :)

pequeño qvark dijo...

ineiah ·:. Ahí tienes razón. Si puedes recordar será por algo... puede ser verdad que vivir demasiado de los recuerdos puede ser malo para la salud. Pero a veces apetece refugiarse en los recuerdos sin preocuparse por lo que te digan. Es tu mundo y ya está.

boheme ·:. alguna que otra vez, alguna que otra... :)

narú ·:. Cuando la cosa acaba mal, los buenos son los que valen y se suelen olvidar. Los malos son los que se resisten a abandonarnos. Será el resentimiento, no se...
Y si, debe haber alguna ley especial (y tanto) que afecta a las camas y similares ;)

Otro pa ti

nere ·:. Gracias, cuñaíta predilecta :)

Blanki dijo...

Ya hace casi un año q lo mio terminó y quieras o no te sigues acordando del pasado, pero lo miras con ojos diferentes, con sentimientos q no son los mismos. Te hace ver mejor todas esas cosas que en ese pasado te perdistes o no pudistes hacer, la libertad que tienes de vivir como tu quieres, sin depender de nadie, haciendo en cada momento lo que te apetece, sin que nadie te eche uan mala mirada. Muchas veces te das cuenta en la tormenta que estabas metida y que de buenas a primera ha salido el sol.
Otra cosa que tengo muy clara es como el refran ese que dice "no te arrepientas nunca de lo que hagas sino de lo que no hagas".
Un besazo.