jueves, 19 de julio de 2007

La educación de las hadas

Porque antes de ser adultos fuimos niños.
Porque cuando éramos niños jugábamos.
Porque en nuestros juegos existía la magia.
Porque la magia nos hacía felices.

Porque una secuencia de fotogramas
es capaz de hacer que nuestro pecho de adulto
se estremezca de felicidad.

Ahí está la magia. Pues claro que existe.