miércoles, 22 de diciembre de 2004

Una generación, una música

The BeatlesA veces pienso que debería haber nacido 10 o 20 años antes de cuando nací. No es que esté torturado por la sociedad y que piense continuamente que éste no es mi sitio ni mi época (aunque de vez en cuando...), pero por ejemplo, con la música, resulta que conforme más voy conociendo la música de los 60 y los 70 (sobre todo los 70), más me gusta. Hace poco fui a un pub donde había música en directo de los años 60, y me lo pasé genial. Mucho mejor que yendo a sitios que estén más de moda.

Hay gente que dice que la música de los 90 en adelante es porquería. Me lo suele decir gente que prefiere la música de los 80 y 70... claro, eso es normal. A cada generación le suele gustar su música, con la que fueron creciendo, conociendo a sus amigos, amigas, amiguitos y amiguitas. Normalmente es la que más y mejores recuerdos te trae.

Aunque en mi caso yo ya escuchaba algo de música por ejemplo de los Beatles cuando era adolescente, en plena década de los 90, mientras que la mayoría de mis conocidos escuchaban a Nirvana unos o al Saturday Night de la Wirfil, o como se escriba, otros. Ains, qué tiempos...

La música va evolucionando con cada generación. Hay gente que dice que cambia con cada paso de una década la siguiente. El caso es que yo nací cuando mis padres llegaban a los 40 años... cuando se podría decir que lo normal entonces era tener hijos alrededor de los... ¿30 años? O menos incluso...

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¿No podría ser lógico que cada generación tuviese la música que ellos mismos producen? Es decir, si en los 70 iba el rock y en los 80 el pop rock y en los 90 el pop electrónico y ahora la música electrónica, o hiphop, etc... ¿no será que esos cambios vienen dados por la mente de la propia gente? Entonces, por un lado, no sería cierto que quien dirige las modas en la música sean las discográficas, sino que sería la misma gente que pide un cierto tipo de música. Y por otro lado, podríamos hablar de la existencia de un ciclo ‘biológico’ interno, por el cual cada generación tiende a preferir un estilo de música casi de manera inconsciente, simplemente porque el cuerpo se lo pide...

Entonces, teniendo en cuenta que mis padres tenían ya los 40 cuando yo nací y que tiendo a disfrutar más de la musica de los 70... ¿no será que yo estoy fuera de época, como desfasado en el tiempo? Si la vida hubiese seguido su curso natural, yo probablemente habría nacido en los años 60, tendría fotos de chico en blanco y negro y habría llevado pantalones de campana, y sabría qué es la cometa blanca y la carta de ajuste en TVE1 hasta el mediodía. Pero mi tierna infancia no va mas allá del barrio sésamo...

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lunes, 20 de diciembre de 2004

La farola apagada

En una noche oscura en la gran ciudad, mientras volvía a su casa, un pequeño quark tuvo que pasar por una calle solitaria. Afortunadamente había farolas cada diez o quince metros y la calle estaba bien iluminada. El pequeño quark se sintió afortunado, ya que las farolas podían iluminarle bien el camino y protegerlo así de los peligros que a veces hay en calles solitarias mal iluminadas.

Mientras avanzaba, vio a lo lejos que una de las farolas no alumbraba: estaba apagada. El pequeño quark sintió miedo al principio, porque aquella farola sin luz seguro que escondía muchas cosas que podrían hacer peligrar su vida. Pero al poco tiempo ese miedo desapareció, y sintió lástima por la farola. Sintió pena de que la pobre farola no pudiese iluminar. Era la única en toda la calle que no podía. Y una farola que no alumbra pierde mucho.

Pero cuando el pequeño quark llegó a la zona oscura, bajo la pobre farola, algo grande ocurrió: el pequeño quark miró hacia arriba y pudo ver la luz de miles de millones de estrellas. Azules, amarillas, rojas, unas muy lejanas, otras mucho más lejanas y otras mucho más lejanas aún.

Y se quedó ahí un buen rato, contemplando el espectáculo que solo le podía ofrecer la única farola que no tenía nada que ofrecer.

domingo, 19 de diciembre de 2004

perfección

¿Crees que encontrar a tu pareja perfecta sería bueno para tí, te haría feliz?

Es decir, tendemos a buscar la perfección en las cosas y en las personas. En la personas buscamos la belleza tanto física como interna... Puedes entender ese concepto de perfección de una manera subjetiva: lo que para tí es perfecto. (Si lo importante para tí es la personalidad de la gente es porque ya te parece perfecto que la persona sea como es en el aspecto físico).

Esa búsqueda parece inherente al ser humano. Y de tanto buscar lo mismo podemos llegar a pensar que lo mejor para nosotros es aquello que buscamos, es decir, la perfección.

¿Crees que una pareja que reúna todas las virtudes que hacen para tí a una persona perfecta podría hacerte feliz para siempre?

A veces pienso... si posees algo que es perfecto, el mismo hecho de ser perfecto lo hace aburrido, o por lo menos pierde todo el interés.

La perfección es sólo algo a buscar. No está pensada para ser encontrada. No la puedes encontrar. Y si algún dia la encontrases... ¿cual sería el siguiente paso? No habría nada más que buscar...

¡estarías perdido!

domingo, 12 de diciembre de 2004

Mi nariz es muy grande.

Hay hombres con mucho pelo corporal que se depilan las piernas y el pecho, e incluso los brazos. Unos lo hacen porque son ciclistas o futbolistas y es más higiénico en caso de caída. Muchos nadadores lo hacen porque es más cómodo. Pero hay mucha gente que lo hace por razones estéticas. Suelen argumentar que queda feo tener mucho pelo en el pecho, tanto que llegue a asomar por el cuello de la camiseta.

Otros tienen poco pelo en el pecho y les gustaría tener más pelo, ya que suele asociarse a la virilidad. Algo parecido puede pasar con los que tienen poca barba.

Por lo general los que tienen mucha barba suelen envidiar a los barbilampiños (que no imberbes), ya que es mucho más cómodo poder afeitarse sólo una o dos veces a la semana.

A veces charlando con amigos puede salir el tema del aspecto físico. He visto gente comentando o quejándose acerca de su nariz (que si demasiado grande, que si muy fina) , de su frente, de sus orejas (lo mismo, que si muy grandes, que si muy pequeñas), etc. Y luego sus amigos le contestan que en verdad no se habían dado cuenta de esos detalles, pero que ellos sí cambiarían tal o cual cosa que no les gusta de sí mismos. Normalmente vemos que nuestro aspecto podría mejorarse en cierta medida, y tomamos como modelos a conocidos o amigos o celebridades cuyo aspecto físico nos parece mejor que el que poseemos. Pero a veces sucede que esos mismos conocidos y amigos y celebridades tienen también sus complejos físicos, y hasta puede suceder que querrían parecerse a nosotros en aquello que nosotros consideramos un defecto.

¿No parece paradójico?

Si entendemos la belleza y la perfección como algo único, absoluto y común a todo lo que existe, sí podría ser paradójico. Pero si cada uno buscamos nuestra propia belleza, entonces no es paradójico. Cada uno sigue su camino y ya está...

La publicidad y la sociedad parece que tiende a enseñarnos que sólo hay un camino, sólo una belleza, y es a la que todos debemos seguir. Es más, no nos dice que debemos seguirla, sino que nos hace autoconvencernos de que es la única, la que te dará la felicidad si la consigues y la frustración mientras no la consigas.

Si tienes el pelo rizado, puedes alisártelo. Si lo tienes liso, puedes rizártelo. Si eres de piel muy blanca tienes que ponerte moreno para ir a la moda. Si eres muy delgado deberías ir al gimnasio un poco para coger músculos. Si eres gordo lo mismo. Si eres muy bajita puedes ponerte tacones o un peinado alto. Si eres muy alta... no se, seguro que habrá algo que te puedas comprar para que no seas tan alta.

El tema es que no seas plenamente feliz tal y como eres, que necesites algo más. En una palabra, que compres.

¿Es la sociedad algo con vida propia?
¿Acaso la dirige el dinero y la publicidad?
¿Es necesario que la sociedad esté dirigida por el consumo?
¿Se podría consumir menos sin riesgo de que la sociedad se destruya?
¿Se necesita seguir a la belleza única y común para llegar a ser feliz?
¿Es lógico estar toda tu vida deseando algo distinto a lo que ya has conseguido?.
Es más, ¿es necesario?