lunes, 30 de junio de 2008

Canción del día: Jorge Drexler - Milonga paraguaya





verbena
Originally uploaded by qvark
Cierras los ojos, una vez más.

El calor de Sevilla se hace insoportable por momentos, pero una leve brisa se cuela por la ventana y te hace volver a la vida. Y mueve la cortina un poco, suavemente, tanto que hasta dudas de que sea la cortina la que se mueve y no un mareo provocado por el calor que huye de tu cara.

Cierras los ojos. Y escuchas las notas de la guitarra. Puedes verlo, puedes ver claramente al guitarrista paseando sus dedos por el acero y el nylon, presionando suavemente los trastes, pellizcando junto al puente, flotando por el mástil, subiendo el ritmo para luego dejarlo decaer.

El bar está casi vacío. Una pareja charla en una esquina de la barra junto a un par de copas de licor. Apenas se distinguen sus siluetas bajo la tenue luz cálida ambiental que les deja entrever. La chica deja escapar una risa de ojos entreabiertos hacia su amante mientras le busca los ojos. Y los encuentra. Y él le devuelve la mirada, sosteniéndola. Se provocan en silencio. Saben muy bien lo que se cuece, saben lo que les espera cuando el sueño les invada.

Puedes ver ahora al pianista. Tiene los ojos cerrados. Deja caer su cabeza mientras aprieta los párpados en un arranque de la melodía, como si el peso de su cabeza ayudara a sus dedos a empujar la nota que emana directamente desde el centro de su corazón. Ahora eleva de nuevo la cabeza, sin dejar que los ojos se abran. Mece su cabeza.

Entre las notas se descubre a lo lejos el murmullo de la orilla que viene y va. Y los grillos. El aire se deja visitar por nubes de sal y arena, pinares verdes y carbón quemado.

Con los ojos cerrados, una vez más. Y el calor de Sevilla se vuelve soportable por momentos.