domingo, 12 de diciembre de 2004

Mi nariz es muy grande.

Hay hombres con mucho pelo corporal que se depilan las piernas y el pecho, e incluso los brazos. Unos lo hacen porque son ciclistas o futbolistas y es más higiénico en caso de caída. Muchos nadadores lo hacen porque es más cómodo. Pero hay mucha gente que lo hace por razones estéticas. Suelen argumentar que queda feo tener mucho pelo en el pecho, tanto que llegue a asomar por el cuello de la camiseta.

Otros tienen poco pelo en el pecho y les gustaría tener más pelo, ya que suele asociarse a la virilidad. Algo parecido puede pasar con los que tienen poca barba.

Por lo general los que tienen mucha barba suelen envidiar a los barbilampiños (que no imberbes), ya que es mucho más cómodo poder afeitarse sólo una o dos veces a la semana.

A veces charlando con amigos puede salir el tema del aspecto físico. He visto gente comentando o quejándose acerca de su nariz (que si demasiado grande, que si muy fina) , de su frente, de sus orejas (lo mismo, que si muy grandes, que si muy pequeñas), etc. Y luego sus amigos le contestan que en verdad no se habían dado cuenta de esos detalles, pero que ellos sí cambiarían tal o cual cosa que no les gusta de sí mismos. Normalmente vemos que nuestro aspecto podría mejorarse en cierta medida, y tomamos como modelos a conocidos o amigos o celebridades cuyo aspecto físico nos parece mejor que el que poseemos. Pero a veces sucede que esos mismos conocidos y amigos y celebridades tienen también sus complejos físicos, y hasta puede suceder que querrían parecerse a nosotros en aquello que nosotros consideramos un defecto.

¿No parece paradójico?

Si entendemos la belleza y la perfección como algo único, absoluto y común a todo lo que existe, sí podría ser paradójico. Pero si cada uno buscamos nuestra propia belleza, entonces no es paradójico. Cada uno sigue su camino y ya está...

La publicidad y la sociedad parece que tiende a enseñarnos que sólo hay un camino, sólo una belleza, y es a la que todos debemos seguir. Es más, no nos dice que debemos seguirla, sino que nos hace autoconvencernos de que es la única, la que te dará la felicidad si la consigues y la frustración mientras no la consigas.

Si tienes el pelo rizado, puedes alisártelo. Si lo tienes liso, puedes rizártelo. Si eres de piel muy blanca tienes que ponerte moreno para ir a la moda. Si eres muy delgado deberías ir al gimnasio un poco para coger músculos. Si eres gordo lo mismo. Si eres muy bajita puedes ponerte tacones o un peinado alto. Si eres muy alta... no se, seguro que habrá algo que te puedas comprar para que no seas tan alta.

El tema es que no seas plenamente feliz tal y como eres, que necesites algo más. En una palabra, que compres.

¿Es la sociedad algo con vida propia?
¿Acaso la dirige el dinero y la publicidad?
¿Es necesario que la sociedad esté dirigida por el consumo?
¿Se podría consumir menos sin riesgo de que la sociedad se destruya?
¿Se necesita seguir a la belleza única y común para llegar a ser feliz?
¿Es lógico estar toda tu vida deseando algo distinto a lo que ya has conseguido?.
Es más, ¿es necesario?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Realmente cada uno debería poder hacer, lo que le de la gana con su cuerpo, tanto depilarse, como meterse en un gimnasio, o cortarse las piernas, si eres demasiado alta y no te gusta. Solo que sin estar guiados por ese patron externo comun del que hablas, como pueda ser el consumismo. Y para mi, que la sociedad es como un ente que cobró vida propia para más tarde ser controlada y dirigida por ciertas empresas en todo el mundo, llevandose beneficios a costa de matar la naturaleza.

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