martes, 8 de febrero de 2005

el tren de la vida

Un buen amigo me ayudó ayer enviándome, entre otras cosas, una presentación con la historia (o relato) que pego a continuación. Desde aquí le doy las gracias :)

El mismo relato aparece en internet en varias versiones, pero la idea es la misma.

"Hace algún tiempo atrás leí un libro que comparaba la vida con un viaje en tren.
Una lectura extremadamente interesante, cuando es bien interpretada.

La vida no es más que un viaje por tren: repleto de embarques y desembarques, salpicado de accidentes, sorpresas agradables en algunos embarques, y profundas tristezas en otros.

el tren de la vida
Al nacer, nos subimos al tren y nos encontramos con algunas personas las cuales creemos que siempre estarán con nosotros en este viaje: nuestros padres. Lamentablemente la verdad es otra. Ellos se bajarán en alguna estación dejándonos huérfanos de su cariño, amistad y su compañía irreemplazable.No obstante esto no impide que se suban otras personas que serán muy especiales para nosotros. Llegan nuestros hermanos, amigos y esos amores maravillosos.

De las personas que toman este tren, habrá también los que lo hagan como un simple paseo. Otros que encontrarán solamente tristeza en el viaje… Y habrá otros que, circulando por el tren, estarán siempre listos para ayudar a quien lo necesite. Muchos, al bajar, dejan una añoranza permanente… Otros pasan tan desapercibidos que ni siquiera nos damos cuenta de que desocuparon el asiento.

Es curioso constatar que algunos pasajeros, quienes nos son más queridos, se acomodan en vagones distintos al nuestro. Por lo tanto, se nos obliga a hacer el trayecto separados de ellos. Desde luego no se nos impide que, durante el viaje, recorramos con dificultad nuestro vagón y lleguemos a ellos...Pero lamentablemente, ya no podremos sentarnos a su lado porque habrá otra persona ocupando el asiento. No importa; el viaje se hace de este modo: lleno de desafíos, sueños, fantasías, esperas y despedidas... pero jamás regresos.

Entonces, hagamos este viaje de la mejor manera posible. Tratemos de relacionarnos bien con todos los pasajeros, buscando en cada uno lo mejor de ellos. Recordemos siempre que, en algún momento del trayecto, ellos podrán flaquear y probablemente tendremos que entenderlos…Ya que nosotros también muchas veces flaquearemos, y habrá alguien que nos comprenda.

El gran misterio, al final, es que no sabremos jamás en qué estación bajaremos, y mucho menos dónde bajarán nuestros compañeros, ni siquiera el que está sentado en el asiento de al lado.

el tren de la vida
Me quedo pensando si cuando baje del tren sentiré nostalgia... Creo que sí. Separarme de algunos amigos que hice durante el viaje será doloroso. Dejar que mis hijos sigan solos, será muy triste.

Pero me aferro a la esperanza de que, en algún momento, llegaré a la estación principal y tendré la gran emoción de verlos llegar con un equipaje que no tenían cuando embarcaron. Lo que me hará feliz será pensar que colaboré con que el equipaje creciera y se hiciera valioso."

4 comentarios:

Nere dijo...

Me gusta mucho el relato, aunque no he entendido a qué se refiere con la estación principal y el equipaje.

De todas formas no me hagas mucho caso, ahora no tengo la cabeza para pensar al margen de los estudios :s

Anónimo dijo...

¿Cuéndo escribes el próximo post?

pequeño qvark dijo...

nere: No se exactamente a qué se refiere con la estación principal y el equipaje. Parece algo muy metafísico, no se... aunque también puedes entenderlo como la última estación. Que cuando llegue tu hora veas que tus seres queridos son más personas en parte gracias a tí.

Natalia: ya, por ejemplo (^_^). He tenido demasiado trabajo estos días. Tal vez debería hacer como tú y lanzarme a buscar lo que realmente me gusta. Ya veré...

Blanki dijo...

Lo q dice el relato es todo verdad, muy bonito.
Lo de la estación principal y el equipaje yo creo q es lo q tu dices "pequeño qvark", es la estación en que tienes q abandonar el tren y ver que tus hijos tienen sus vidas resueltas, gracias a tus ánimos, enfados, esfuerzos, etc.
Besos